viernes, 28 de enero de 2011

El monstruo de la persecución




Ustedes saben hasta qué punto un discurso de la palabra perseguida
-como dice alguien llamado Leo Strauss- en un régimen de opresión política 
puede hacer pasar ciertas cosas pretendiendo refutar 
los argumentos que constituyen su verdadero pensamiento. 
Jacques Lacan




La persecución cotidiana surge en momentos de crisis vital (un enamoramiento; una chispa erótica,…): Ellos me están mirando. Experiencia trivial que no carece de angustia. Sí, nos miran ¿Cómo veo esas miradas? La visión traiciona, estoy mirando a quienes me miran. La persecución que vivieron Freud y Lacan es un estilo de la vida ¿Cómo quedar concernidos por aquello divido entre lo que veo y aquello que miro?

Jacques Lacan citó a Leo Strauss en sus Escritos 1 (3ra.ed., 1976, p.194), con anterioridad en su seminario oral lo menciona sólo una vez  (1953/1954). Leo Strauss asistió con Lacan a los cursos de Alexandre Kojevè (1933-1939) para estudiar a La Fenomenología del Espíritu de G. W. F Hegel. Fueron atravesados por la dialéctica del amo y del esclavo. Esa dialéctica sostiene la erótica de la persecución en las enseñanzas de Lacan.  Leo Strauss es citado en los Escritos y en el seminario oral, Lacan lo menciona practicando  la retórica persecutoria: sólo un simple y trivial detalle, allí está la cuestión.

Sigamos ese texto, La persecución y el arte de escribir (Amorrurtu Editores, Bs. As, 2009). Son escritos de 1941, editados como libro en 1952,  edición empleada por Lacan. Recién en 1985 apareció en lengua francesa. Breve: ese texto organizó  la estrategia y táctica de la enseñanza de Lacan, fue su texto de cabecera. Esa enseñanza responde a una pregunta, a una brújula: ¿Cómo hablar, escribir, transmitir un imposible que está prohibido?

Leo Strauss estudia eso en especial con Maimónides  en La Guía de extraviados (CONACULTA, México, 1980). Veamos su lectura metódica. La Guía se presenta como un libro pero sólo son cartas; letras escritas pues Yosef -a quien se dirige- se mudó lejos; no eran para el público, eran como si fuesen sólo para él. Maimónides logró transmitir, enseñar y escribir lo prohibido gracias al estilo del como si fuese…

¿Para qué leer a Maimónides un intelectual de la Edad Media?  ¿Qué objetivo tiene presentar un texto de Strauss editado hace 58 años? Comentando a los antiguos hacemos como que investigamos el pasado, sin tocar al presente. Eso implica alejar  un pre juicio ¿Cuál? El juicio de que los autores tratan temas de manera directa, sin vueltas y sin inconvenientes para tratarlos ¿Será así con Jacques Lacan?

Leo Strauss estudió experiencias exitosas ante la persecución; ellas están disponibles para quienes se arriesgan. Sólo pocos toman riesgos, no por un afán elitista sino por constituir una minoría que se aleja de la lógica equina:

Lo que en un gran número de casos se llama libertad de pensamiento se reduce a la competencia para elegir entre dos o más opiniones diferentes presentadas por la pequeña minoría que son oradores públicos o escritores. ..Por tanto la persecución es la condición indispensable para la mayor eficacia de lo que puede llamarse la lógica equina. Según Parménides arrebatado por sus caballos, no se puede decir “aquello que no es” 

La lógica equina es un procedimiento: una aseveración (o una cita) de un autor con una posición  respetable es siempre tomada como verdad (¿…?). Estas posiciones hacen funcionar la persecución contra quienes se atreven a poner en duda esa verdad que tiene tal respaldo. Añade Strauss:

La persecución no puede siquiera impedir la expresión pública de la verdad heterodoxa, porque un hombre de pensamiento independiente puede expresar sus opiniones en público y permanecer incólume, con tal de que opere con circunspección. Incluso las puede proferir por escrito, sin incurrir en peligro alguno, con tal de que sea capaz de escribir entre las líneas

Y luego:

La expresión “escribir entre líneas” indica el tema de este argumento. Porque la influencia de la persecución sobre la literatura consiste en que precisamente obliga a todos los escritores que sostienen posiciones heterodoxas a desarrollar una técnica peculiar de escritura,  la técnica a la que aludimos cuando hablamos de escribir entre líneas

Encontramos un cruce con la guía espiritual del psicoanálisis. Aparece un método de lectura: la lectura entre líneas. Articulación entre: Escribir entre líneas----à leer entre líneas---à. Tal horizonte  es compartido: se despliegan en un lugar que no permite ni la escritura ni la lectura; entre las líneas no se escribe, y entre líneas, un lugar en blanco, no hay nada que leer ¿Qué se escribe, qué se lee ahí?

Esta expresión es claramente metafórica. Cualquier intento de expresar su significación en un lenguaje no-metafórico llevaría al descubrimiento de una terra incógnita

La terra incógnita está en nuestras manos: al traducir al lenguaje psiquiátrico, al decir el campo paranoico de las locuras, de las psicosis, esos adjetivos dejan en cubierta la terra incógnita e impiden estudios de las retóricas de la persecución. Se olvida que delirar es tocar la lira -de lira- de otra manera, es salirse del surco previo. No se puede asegurar que este método perse implique una cura (¿De qué habría que curar al salirse del surco?) sólo hace posible seguir el curso -el seminario- de quien vive eso. Lacan sostuvo: Si fuese más paranoico sería mejor psicoanalista ¿Acaso debemos prescindir de ese territorio para  desplegar la acción espiritual analítica?

En México la escritura entre líneas goza de una larga tradición. Strauss describe a  un historiador, miembro de los sectores privilegiados, afiliado al partido oficial y único. Él escribe un ensayo donde ataca los sistemas liberales, es una persona respetable, describe  ese sistema, lo crítica acompañado de las citas de la ortodoxia oficial.

Su lector puede tropezar con un hallazgo anodino: el ensayo informa de una amplia bibliografía sobre el sistema liberal que no es conocida; describe un sistema que él desconocía pues la literatura permitida no lo menciona, así toma nota de algo novedoso: las citas oficiales contienen aditamentos que su pomposa presentación dejan en cubierta para otros. Entre líneas se ve que están… modificadas. Eso es posible constatarlo en los Escritos de Jacques Lacan, modificados por él sin anunciarlo.

La persecución, entonces, hace surgir una técnica peculiar de escritura, y por ende, un tipo peculiar de literatura, en la cual la verdad respecto a todas las cosas cruciales es presentada exclusivamente entre líneas

Localizamos una acción privada, íntima, llevada a cabo a plena la luz pública. Se tiene la ventaja de la difusión sin una desventaja: la cabeza  del autor no corre peligro, sigue siendo un ortodoxo irreprochable. Lacan guardo bajo llaves que desde 1953 había sido expulsado de la IPA, había perdido su título de analista didacta. ¿Cómo puede realizarse esta literatura? ¿Cómo llevarla a cabo difundiéndose entre el público?

Lo que hace posible esta literatura puede expresarse en este axioma: los hombres que no piensan son los lectores descuidados y sólo los piensan son lectores cuidadosos

Los lectores de Sigmund Freud ¿Cuántos textos citados por  él citados hemos leído? Cuando Lacan retaca con citas y autores su tesis, sus Escritos ¿Estamos ciertos de que esa bibliografía fue leída?  No he leído un solo artículo de los citados al inicio de Tres ensayos para una teoría sexual (Freud, 1905) Esa inflación de saber referencial opaca la superficie del título: una teoría calificada de sexual no es una teoría de la sexualidad.

Existen diferencias entre cuidadosos y no cuidadosos: los primeros leen el detalle (año de  edición, ver si hay edición previa o posterior). Cuando  enfrentamos un evento cotidiano, un pasaje al acto (matar a alguien), el cuidado está en leer ese acto escrito fuera de nuestra norma compartida. Así cuando José de León hace un acto toral, lo hace en público, diciendo algo al público; pasó a la historia como José de León Toral: su magnicidio contra el Gral. Álvaro Obregón (17/07/1928) dio lugar al PRI, partido que setenta años después perdió el gobierno por otro magnicidio a cargo de Aburto. Las cosas terminan por donde comienzan.

Indico trazos del método de la persecución para enfrentar a la persecución:
1.-leer entre líneas está prohibido cuando sería menos exacto que no hacerlo así; 2.-Se lee entre líneas cuando se parte de una consideración lo más cercana a las afirmaciones literales del autor; 3.-El contexto debe construirse antes de interpretar. La persecución interpreta, nos toca leer ; 4.-No se privilegia un pasaje sobre otro antes de leer sin inocencia tal cual se presenta; 5.-Ante un autor, maestro en escribir complicado - se dice de Lacan- “sus” errores son indicaciones para variar el punto de vista; 6.-Leer la distancia del autor con los personajes que pueblan su relato: una alusión debe tener pruebas suficientes para atribuírsela al personaje; 7.-La propuesta del autor no está siempre presente en reiteraciones de una posición

Estos elementos del método ¿son universales e intemporales? Strauss contesta de manera sencilla y clara:

Si existe una correlación necesaria entre persecución y el escribir entre las líneas, entonces existe un criterio negativo necesario: que el libro en cuestión haya sido redactado en una época de persecución, es decir, en un momento cuando alguna ortodoxia política u otra era impuesta por la ley o la costumbre… El término persecución recubre una variedad de fenómenos, que van desde el tipo más cruel, ejemplificado por la Inquisición Española, hasta el más benigno, el ostracismo social

Maimónides, Sigmund Freud y Jacques Lacan fueron, entre otros, el blanco preferido de una persecución: el ostracismo social por transmitir lo prohibido.




Alberto Sladogna, 
psicoanalista, un miembro de la École lacanianne de Psychanalyse (elp)

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